Al querer aumentar la disponibilidad lo más común es que nos apoyemos en la idea de que para evitar tiempos inactivos se requiere únicamente de:
Sin embargo, esto no nos deja exentos de fallas, ya que siguen existiendo otros factores, como perturbaciones, la intervención del usuario, entre otros. Conoce más sobre cómo manejarlos en este artículo.
Contenidos de este artículo:
¿Cómo afrontar estas fallas?
Redundancia
Servicios
Punto de fallo
Al no estar exentos de fallas, tenemos que afrontar estos inconvenientes de la manera más óptima apoyándonos en 3 conceptos básicos de los cuales depende el MTTF:
En el caso de una UPS monolítica, aunque funcione con cierta configuración de redundancia, seguirá necesitando intervención del usuario para su evaluación, reparación, tener las refacciones correctas en el inventario, etc. Estos factores impactan directamente en el MTTR, incrementándolo.
En cambio, para una UPS modular, la mayoría de los puntos antes mencionados pueden ser tratados con una mayor facilidad. Una UPS puede tener módulos paralelos o ser configurada de una manera más sencilla para trabajar con una redundancia de configuración N+1 o inclusive N+2 para asegurar una continua alimentación.
En el caso de los servicios, en una UPS modular las intervenciones suelen ser mucho más sencillas, rápidas y prácticas, ya que cuentan con un listado más simple de partes de refacción, módulos intercambiables. Además al ser un concepto estándar, el riesgo al momento de reparar el equipo disminuye ya que es más sencilla su reparación.
Punto de fallo
Una UPS modular tendrá un diseño sin un punto único de fallo, para que en caso de ocurrir una falla interna en los componentes, un elemento redundante sea removido de la operación.
Conclusión
Estos 3 conceptos impactan directamente al MTTR reduciéndolo.
Como bien sabemos, la reducción del MTTR incrementa la disponibilidad. Y a su vez la disponibilidad incrementa el MTFB teniendo un bajo tiempo de reparación entre fallas.